De
Praymus es poco lo que sabemos, vivió bastante eso es seguro, y tal
vez esté vivo aún. Con Praymus nunca se sabe. Aparentemente fue el
constructor del gran barco, pero hay mucha incertidumbre sobre este
tema. El constructor quizás fue otro ser, las cosas se tergiversaron
mucho, llegando a decirse que era un zoológico flotante. Como si nos
interesaran los animales. Un poco sí, claro, cuando tienes un avatar
animal algo debes comer. Ser planta es muy aburrido y arriesgado,
pueden comerte o quemarte antes de que reacciones.
Muchos
de los recuerdos de Praymus ocuparon la mente de la anciana que
cuidaba a Paula. Quizá la anciana haya sido Praymus o quizá haya
sido el resultado de alguna conjugación. Sobre esta anciana también
se sabe muy poco, es probable que no haya conjugado a nadie, a lo
sumo a uno o dos individuos. Su desintegración fue decisión propia,
eso es seguro. A ella ya no le gustaba la vida, sólo era una especie
de guardiana, le hubieran hecho falta algunos años más, pero ya
estaba lista. Cuando eso sucedió, varios de sus congéneres
visitaban su vecindario; había una alta probabilidad de consecución
de conjugables Es más, mucho después, en la casa donde vivió la
vieja se realizó una cantidad extraordinaria de conjugaciones.
Y
en el lugar donde se desintegró la anciana, también otro metamorfo
terminó sus días, tiempo después.
Kurafrá
conjugó a Kerefrén, que resultó ser un ejemplar con una cohesión
extraordinaria. Esta conjugación, junto con la de un rey sumerio
fueron las primeras operaciones totalmente exitosas para el
conjugado.
Sobre el rey no se sabe prácticamente nada ya que se
cambiaba de nombre todo el tiempo pues era medio paranoico y
desconfiaba hasta de sus pares, sospechamos que también vivió mucho
tiempo, como los demás. Puede estar vivo aún. Hay algunos indicios
de que todavía sigue conjugándose, pero son inciertos ya que como
ya vimos, de este se sabe menos que de Praymus. Era muy raro que
adoptara forma humana a pesar de que le gustara tanto la política.
Iba a las manifestaciones como un perro, de paso miraba y olía de
abajo. En general prefería los animales hembras. De esa forma se las
rebuscaba para espiar a los humanos. Así que por las dudas vigilá
bien a tu perra (la de la cucha, la otra ya sabemos que no te sirve
para nada).
Quién
sabe cuantos destinos habrá torcido este individuo.
Kakafrá
comenzó a degradarse lentamente, pero igual vivió mucho tiempo.
Estalló por un acto de desesperación al intentar conjugarse con un
animal en un bosque siberiano. Ustedes conocen la clasificación de
tal error. Estaba muy viejo y degradado como para lograr una
conjugación exitosa con un ser de baja conciencia.
La
mayoría de los sujetos conjugados no asumieron muy bien su condición
de metamorfos, algunos de ellos adoptaron una postura animal y así
murieron. Como el famoso conductor que presentaba bloopers
en la tele. La mayoría de ellos se desintegraron o se hicieron
atravesar después de la tercera o cuarta conjugación, algunos no
llegaron a la primera. Pobre el destino de estos seres, tristes.
Pero
otros fueron lo felizmente coherentes como Kerefrén, Loque, el BMW y
algunos otros que quizás anden dando vueltas por ahí, tratando de
conseguir seres para conjugar y renovar así su contrato longevo.
O
dejarse traspasar para vivir en cielo.
La
estatua, en época remota.
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